viernes, 17 de julio de 2009


Ahora que estoy vacío, ahora que no hay canción , toda la luna cabe en mi. Ahora que soy silbido de alguien que sale a andar, veo otro cielo alrededor. Todos esos deseos de noche fría y alcohol, hoy te los quiero regalar. El agua me salpica, el fuego es realidad, me gustaba tanto tu voz. Dejando que suceda, es más fácil así. El cuerpo bien sabe flotar, distintas las miradas y tu contestación muestra qué inútil fue mi hablar. La mente está vacía, el cuerpo quiere girar y en la pupila aquel dolor. Algo tiembla al oído, sombra de un susurro sin voz la última oportunidad.

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