skip to main |
skip to sidebar
He esperado hasta que salga el sol. Te dejé por divertirme y ahora no sé por qué nunca regresé. Cuando vi el atardecer, tuve ganas de volar lejos, en vez de arrodillarme en la arena a recoger con mis manos, cada una de mis lágrimas. Y aunque mi corazón está bañado en vino, tú sigues ahí,
en mi mente por siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario